jueves, 19 de julio de 2012

LA PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGÍA



La psiconeuroinmunología es el estudio de las interacciones cerebro-glándulas endócrinas-sistema inmune. Esto es, establece las relaciones entre las respuestas del comportamiento, las neurales, las endocrinas y las inmunes, que le permiten al organismo adaptarse al ambiente en el que vive.
(José Bonet y Carlos Luchina, EL ESTRÉS, LA INTEGRACIÓN DE LA RESPUESTA Y EL SISTEMA DE RESPUESTAS NEUROINMUNOENDRÓCRINAS, en PSICONEUROINMUNO-ENDOCRINOLOGÍA, Edit. Biblos, 1998)
Esta concepción interesante dentro de la medicina moderna apunta a resolver las problemáticas relacionadas con las articulaciones de las

concepciones sistémicas, que son las formas modernas de visualizar lo holístico, con la singularidad de lo que le pasa a un sujeto determinado como sujeto, es decir, el problema de encontrar maneras actualizadas de integrar lo que hay de objeto y de sujeto al mismo tiempo, en el ser humano.

Los factores psicológicos pueden modular la respuesta inmune: el estrés, el distrés y, de manera notoria, los trastornos afectivos están relacionados con inmunosupresión.
(Dr. Pablo Arias, ESTRÉS, REACTIVIDAD NEUROENDRÓCRINA Y SÍNDROME METABÓLICO-VASCULAR, enPSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGÍA, Edit. Biblos, 1998)
  El ajuste más rápido está vinculado al área de la codificación del entorno y de la conducta; la respuesta conductual y emocional, junto con el sistema nervioso autónomo son las primeras en manifestarse, luego aparecen las respuestas hormonales y más tarde las inmunes.
En el ser humano se verifica, entonces, que la presencia de factores estresantes modifica, entre otras variables, la respuesta inmune, empeorándola.
Así, se comprueba la importancia de laestabilidad afectiva. En ese sentido se conceptualiza la pérdida de una relación significativa afectiva como una situación de estrés mayor. Tales son los casos del duelo por la pérdida de un cónyuge y por divorcio. Se comprobó asimismo que la soledad y el aislamiento afectivo empeoran las magnitudes de la respuesta. Sin embargo, una vinculación estable pero de pobre calidad, problemática, conflictiva, también puede ser conceptualizada como un factor estresante con compromiso de la respuesta inmune.
Otro factor a tener en cuenta es la presencia devicisitudes exigentes, desafiantes, en donde el individuo pugna por conseguir una meta, desarrollar una vocación, y se pone en juego la competencia con los demás. Es el caso del estrés por examen, en que hay empeoramiento de la repsuesta inmune incluso permitiendo el desarrollo de infecciones virales que habitualmente están controladas.
Otro parámetro estresante está relacionado con situaciones sin salida positiva o más aún, con empeoramiento progresivo de las condiciones afectivas y de exigencia cotidiana,como en los familiares encargados de cuidar a pacientes con enfermedad de Alzheimer.
(José Bonet y Carlos Luchina, LA INTEGRACIÓN MENTE-CUERPO: LA HISTORIA DEL CONCEPTO, NUESTRA PROPUESTA DE TRABAJO, en PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGÍA, Edit. Biblos, 1998)
El estudio más notorio es el estudio epidemiológico de House et al., quienes evalúan que el aislamiento afectivo es un factor de riesgo tanto o más importante que el tabaquismo, la hipertensión arterial o la obesidad. 
(J. House, K. Landis y D. Umberson, ‘Social Relationships and Health’, SCIENCE, 241 : 540-45, 1988).
‘Cuando hablamos del ser humano como una unidad psicosomática -escribió el Dr. García Badaracco-, no tenemos suficientemente en cuenta que estamos inmersos en una sociedad y en una cultura, en la cual lo que llamamos ‘mente’ empezó siendo grupal-familiar más que individual propiamente dicho, como ahora lo consideramos. Podríamos decir que los primeros llamados de atención en ese sentido los encontramos en los aportes de la filosofía, tales como el de JoséOrtega y Gasset cuando se refiere ‘al hombre y sus circunstancias’. Los cambios sociales que en la actualidad se describen dentro de lo que se ha llamado el posmodernismo ponen cada vez más en evidencia que vivimos insertos en sistemas, o que somos partes de sistemas muchos más amplios, que nos condicionan más allá de lo que tenemos conciencia. Y dentro de esa trama detectamos también cada vez más las interdependencias recíprocas que nos constituyen, nos influyen y a menudo nos atrapan en vínculos patógenos delos que nos resulta muy difícil salir. La toma de conciencia de todos estos aspectos está influyendo cada vez más en la necesidad de incluirlos para la construcción de una concepción actualizada de la salud y la enfermedad’.
‘Una concepción verdaderamente científica de la medicina tiene que tomar cada vez más en cuenta que no solamente tenemos que darle al llamado ‘enfermo’ tratamientos estudiados y aprobados y operaciones quirúrgicas del más alto nivel científico, sino capacitarlo como ‘sujeto’ para poder manejarse en este mundo que se está convirtiendo en un lugar cada vez más peligroso y difícil de habitar’.
(Jorge E. García Badaracco, Introducción a‘Psiconeuroinmunoendocrinología, Modelos de Integración Mente-Cuerpo’, Edit. Biblos, 1998).

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